Dedicado a Paula, Iria y Erica, las personas por las cuales me levanto cada día
Mi querido Guillermo T., triatleta y maratoniano, me dio en su momento muchos consejos para correr mi primer maratón. Seguramente el que más gracia me hizo fue aquel acerca de la profilaxis: "no te olvides untarte bien con vaselina en entrepierna, dedos y planta de los pies y, sobre todo, en la collonada" (*).
Pero sobre todo, se me quedó grabada la frase con la que titulo hoy. El dolor es temporal, la gloria es para siempre. Cuán cierto es. Al cruzar la linea de meta del Maratón Barcelona 2008, me olvidé de los 42 kilómetros, de las molestias en isquiotibiales, del sofocante calor para un primer domingo de marzo. Todo sufrimiento físico y psíquico desapareció y me invadió una sensación de euforia inmensa, orgásmica. Ganas de reirme sin parar; risa que me costaba controlar a pesar que en esos momentos se estaban llevando en camilla hacia una ambulancia a uno de los corredores que acababa de entrar en meta.
Sobran más palabras, os dejo con el mini-video del maratón, y mi gloriosa entrada en la meta. Oh, la música original no me gustaba y la he sustituido por una de mis canciones favoritas de Faithless. Ya puestos a editar el original, he añadido dos fotos al final :-) 3:30:03. ¡Qué bonito!
Música: "Soundcheck Jam". FAITHLESS
(*) gráfica expresion catalana para designar la zona testicular
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