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lunes, 17 de septiembre de 2018

Subcampeón de categoría (M55) en la Sansi Bellaterra

(7ª Sansi Bellaterra, 10k, 11.09.2018)




Este tramo de temporada tenía como objetivo llegar a tope a la Cursa de Poble Nou del 9 de septiembre y revalidar mi título de campeón de categoría o, al menos, lograr subir al podium. Antes de las vacaciones, mis carreras veraniegas fueron la Cursa del Barça, Pallejà y Poble Sec.


Primeros metros de la Cursa Barça 

Entrando en meta en Pallejà (foto de fullframe.cat)

Iniciando la larga recta final en la Cursa del Poble Sec. El atleta que me sigue es Juan Dorico, destacado veterano con el que mantuve una bonita pugna en esta carrera. Me acabó ganando de forma inapelable al sprint; Juan es especialista en millas y carreras hasta 10k (foto de Carlos Sánchez)



Septiembre empezaba con algo diferente: un macro entreno en el Estadi Olímpic, consistente en charla técnica, ejercicios de calentamiento y estiramiento, trote por la pista y alrededores del estadio y, como colofón, un 1500 a tope en pista, para intentar emular a Fermín Cacho en Barcelona '92. Organizado por La Sansi, que también es responsable de la organización de la Cursa de la Mercè, y totalmente gratuito, estaba pensado inicialmente para 150 aletas, pero finalmente las inscripciones se dispararon hasta más de 700. El sábado 1 se preveía lluvia, que finalmente acabó cayendo hacia el final del entrenamiento, lo que condicionó la asistencia final. Una pena, porque fue una gran jornada, con avituallamiento, picoteo final, duchas y camiseta. Además contamos con la presencia de entrenadores de lujo: María Luisa Muñoz - campeona y recordwoman de Catalunya y España en diversas distancias; aún conserva el record catalán femenino de maratón, ¡desde 1996! - y Eva Arias - varias veces campeona de Catalunya de 3000 obstáculos, actual poseedora del record catalán femenino de 5k en ruta desde 2009, y recientemente proclamada campeona del mundo máster de 2000 obstáculos -.  En todo caso, gran iniciativa y organización de José Luis Blanco y sus chicos.

En el track de entrenamiento del Estadi Olímpic. Una gran oportunidad de utilizar unas instalaciones de élite (foto de Natascha Chekannikova)

Los participantes bajo el emblemático reloj del Estadi (foto de Natascha Chekannikova)

Escuchando con atención las explicaciones de María Luisa Muñoz y Eva Arias (foto de Natascha Chekannikova)

Estirando (foto de Natascha Chekannikova)

Inicio del calentamiento . 2 lugares a mi derecha en la foto, con camiseta blanca, Jacinto Arnaldo Plaza. En el centro, el inconfundible José Luis Blanco. Cerca del extremo derecho de la foto, con camiseta amarilla, María Luisa Muñoz. A su lado, de amarillo chillón, Eva Arias (foto de Natascha Chekannikova)


José Luis Blanco me había sugerido salir en la primera serie. Pero ahí iban los buenos, los élites de La Sansi y compañía. Lo dejé estar, porque ahí la única motivación posible era no ser doblado. Así que me esperé a la segunda, donde pensé que algún pique improvisado con algún corredor podía propiciar una buena marca.


Panorámica de la salida de la segunda serie, en la que tomé parte. A mi derecha en la foto Rafa Pérez, que hizo de liebre para marca de sub 6' (foto de La Sansi)


Me puse en primera fila, para pillar cuerda, pero mi tiempo de reacción fue bastante malo. Ví como me aventajaba Rafa Pérez, que iba a salir a un ritmo comodísimo para él de 4 el km (para marca de 6'), y pensé que no podía quedarme rezagado, porque yo pretendía estar entre 5:15 y 5:30. Así que pegué un acelerón...


Líder de la serie en la primera curva (foto de Natascha Chekannikova)

... De resultas del cual me coloqué, sin pretenderlo, líder en solitario de la carrera, privilegio que sólo duró unos metros. Llegué hasta la primera curva como primero, y ya reduje y fui atrapado. En esas 3 vueltas y 3/4 corrí por cuerda la mayor parte del tiempo, y en la recta final me abrí para el sprint. Estuvo bien, aunque me quedé con la sensación de que tenía que haberme exprimido más. Me cronometré 5:32. Aceptable.

La elegante zancada de Eva Arias. 16:36 en 5k en ruta, record de Catalunya desde 2009. Del mismo año es su record catalán de 3000 obstáculos, 9:25.14 (foto de Natascha Chekannikova)



Con María Luisa Muñoz. Sus 2:28:59 en maratón llevan ya 22 años esperando que alguna otra atleta catalana los mejore (foto de Natascha Chekannikova).


En el Estadi Olímpic después de  la torrencial lluvia final (foto de Natascha Chekannikova)


Bien, la semana siguiente llegaba uno de mis retos clave, la Cursa del Poble Nou. Para ella realicé, algo excepcional en mí, un ciclo específico de entrenamiento. Excepcional, porque normalmente el verano me pilla en pleno ciclo de entrenamiento de maratón. Pero como esta vez el siguiente maratón lo correré en invierno, he podido preparar esta carrera como objetivo. Con ello llego teóricamente más descansado, ya que el kilometraje semanal es considerablemente inferior al de un ciclo de maratón. 

Mi objetivo, como decía más arriba, es intentar repetir la victoria de categoría del año pasado, o al menos llegar al podio. Me considero favorito, ya que voy líder de la categoría M 55-59 de Championchip. En esta carrera la categoría en que compito va de 54 a 59 años, así que sólo debería temer la competencia de algún rival de 54 años.

Antes de iniciar la Cursa del Poble Nou me las prometía muy felices. Me señalaba a mí mismo como número 1 (foto de JJ Vico)

Y sentado en la plaza Espronceda, después de charlar con JJ Vico, veo aparecer a un muy duro rival. José Antonio Peña Galeote, que en la Cursa de la Maquinista ganó la categoría M 50-59 con un sub 40, dejándome a mí sin trofeo, después de haber hecho una muy buena carrera en la que conseguí ganar, excepcionalmente, a mi amigo Enric Ribera, y quedar en segunda posición de categoría.

Estando este hombre en la salida, con 54 años, a no ser que en verano no haya entrenado, cosa que dudo. ya me mentalizo que la victoria está muy difícil, y que deberé conformarme con podium. Saludo en la salida a mi rival, y me pongo junto a Eric Carreras, con el que el año pasado realicé una gran parte de la prueba. El hoy intentará sub 40 o marca cercana, y yo nho estoy para esa empresa; me daría por satisfecho igualando el crono del año pasado, 40:32. Claro que eso no será fácil: el año pasado estábamos a 17 grados, y hoy la temperatura es de 22, con la consabida humedad barcelonesa por encima del 75%. Eso es un handicap considerable. 


Tomando la salida en Poble Nou, acompañado de Eric Carreras (foto de JJ Vico)


Tomo la salida pensado tener a mi rival como referencia visual, corriendo por detrás, pero veo que sale muy rápido, con la intención no disimulada de buscar sub 40. Sé que no puedo ni soñar esa marca en el día de hoy, así que le dejo marchar y me dedico a hacerlo klo mejor posible y a prevenir el posible "asalto" de algún competidor de mi categoría. Este año a causa de unas obras el circuito será a doble vuelta, y paso por el primer 5k en 20:20. Está bien, puedo acercarme a la marca del año pasado. El problema es que a partir del km 7 me pasa un atleta que sospecho puede ser de mi categoría. Me propongo seguirle, no dejar que se despegue, pero no lo consigo. Acabo en 41:53. Esperaba bajar de 41', y al final he tenido que luchar para bajar justito de 42', con un segundo parcial bastante mediocre, 21:33 (a 4:19 el km).

Veo la clasificación y horror, mi sospecha se confirma: el corredor que me ha pasado es de mi categoría y además me saca del podium, ya que hay un corredor con el que no contaba que se proclama campeón. 



Ha habido un alto nivel, que no esperaba. El año pasado me proclamé vencedor con 40:32, y este año los dos primeros son sub 40. De hecho, cuando felicito al ganador me comenta que no le tenemos visto porque él es especialista en 1500 en pista y millas, y que su objetivo de la nueva temporada será intentar proclamarse campeón de España de 1500 en pista en la categoría M55. En todo caso, mi decepción es muy grande. De campeón a medalla de chocolate, y además viendo como el tercero me sobrepasa y no puedo ni presentar batalla.

Por suerte, fuí invitado días antes por José Luis Blanco, presidente de La Sansi, a disputar la Sansi Bellaterra, carrera que organiza él y que se celebra el día de la Diada, este año 2 días despúes de Poble Nou. Nunca he competido, ni me gusta hacerlo, tan seguido, pero la camiseta de la cursa es muy chula y además veo que tengo posibilidades de podio: el año pasado el segundo y el tercero firmaron marcas a priori asequibles para mí, 41.13 y 42:26.

A ver, la carrera de Bellaterra no es para nada fácil: la descripción de La Sansi y del Blog Maldito lo dejan claro. Circuito a doble vuelta de 5k, en parte urbano y en parte forestal, con unos desniveles que a mí, que soy 100% asfaltero y del llano se me antojan enormes dificultades. David Jiménez me comenta que en su opinión el handicap sobre llano en esta carrera pueden ser unos 2'. Yo apunto a 42:26, que el año pasado valía para podio. Pero es demasiado ambiciosa marc,a ya que no debe olvidar que no vengo de 40' en llano, sino de 41:53... Eso en mi contra. A mi favor, que en la lista de inscritos no aparece ninguno de los 3 primeros del año pasado.

David también me ha aconsejado sobre el calzado, así que elijo mis mixtas ASICS Gel DS Trainer  NC 19, en lugar de las ASICS Tarther que esto usando últimamente para los 10k, y que pesan poco más de 200 gr.


Con el mítico Mingo Catalán, doble campeón del mundo de 100 km (1987 y 1988),  y subcampeón en 1992. ¡Perseguía esta foto desde hace tiempo! :-) (foto de José Luis Blanco)

El día tiene una temperatura aceptable y agradable, incluso fresquita, pero como se toma la salida a las 10, a ese punto ya el sol luce orgulloso - como casi siempre en la Diada - y debemos estar a unos 22 grados. En la salida veo a un corredor que me suena como rival de mi categoría, y sale por delante de mí. Creo que estaba muy tocado mentalmente del fracaso de Poble Nou, y debía haber recordado lo siguiente: esta carrera es de categoría M55. Y yo soy líder Championchip de la misma. Por tanto, cualquier rival que me sonara tiene este año peores marcas que yo. Sólo debía preocuparme de algún desconocido no habitual en las carreras urbanas de Barcelona.

La carrera empieza con una buena bajada por la carretera de Bellaterra, pero antes de alcanzar el primer km ya estamos subiendo. Llego en 4:25, está bien. De aquí hasta el km 3 iremos por la pista de tierra. Ya en ella me encuentro con Manolo, habitual liebre de Corredors.cat, y le comento mi objetivo de 42:30. Me pego a él, pero la excursión dura poco y le digo que tire él sólo, porque observo como me están subiendo las pulsaciones. Decido, y acierto, ser prudente. Llego al 2 con un parcial de 4:18 y al tercero con 4:37. Poco después, para mi sorpresa, me da alcance Rafa Pérez Da Silva, que actúa como liebre de 45'. Le espeto un sonoro "¿ya estás aquí?", no me esperaba ser pillado por ese grupo. Me pongo delante de ellos, pero sigo escuchando las precisas instrucciones que da Rafa. Decido utilizarle como liebre "trasera". Llega otra dura subidita por asfalto, y el resto hasta completar la primera vuelta será bajada. Entonces aprovecho mi seguridad en las bajadas y doy caña, de forma que al llegar a meta ya ni siquiera oiga a Rafa y su grupo.


El largo descenso hasta meta, en la primera vuelta de la carrera. Al fondo se ve al grupo que acompaña a Rafa Pérez, liebre sub 45' (foto de Pako Beer)


La primera vuelta - que acaba abruptamente con un giro de 180 grados que hace que casi me salte el avituallamiento - la he completado en 22:17, cuando esperaba haberlo conseguido en 21.15. Pero lo doy por bueno, las subidas no son lo mío. Rápidamente trazo mi plan para la segunda vuelta. Asumo que al volver a las subidas el grupo de 45' me dará alcance de nuevo, pero no he de dejar que me cobren demasiado ventaja, y así podré rebasarles en la bajada final.

Llego al km 6 con un parcial 9 segundos peor que en la primera vuelta. Y en el km 7, más o menos, empiezan mis problemas. Noto la boca seca, señal inequívoca de que estoy deshidratado; si sientes sed, es que ya has hecho tarde. Y habrá que aguantar, porque no hay otro avituallamiento hasta meta. El sol, el calor, y el homenaje de dos días de cava, vino y cocktails que me he dispensado por mi cumpleaños están haciendo mella en mí. En plena pista forestal me alcanzan rafa y su grupo, y noto que no tengo fuerzas para seguirles. Se me van lejos. Al mojón del 7 en 4:50, 19" más lento que en la primera vuelta. A sufrir. En este punto ya, lo confieso, me olvido en absoluto del podium. Lo que quiero es cabar lo más dignamente posible, y aguantar sin beber. Eso sí, escuadriño al escasísimo público de la carretera por si llevan agua a mano. Nadie. Es terrible. Me he deshidratado en algunos maratones, pero nunca me había sucedido eso en una carrera corta.

Llego al final de la pista de tierra, km 8, con un parcial de 4:39, sólo 7" más que en la priemra vuelta. Dadas mis condiciones, es muy aceptable. Ahora vendrá el subidón, no de moral sino de pendiente, una bajadita, un último repecho corto y a bajar hasta la meta. Km 9 en 4:53, 2" más rápido que en la primera vuelta. Estoy luchando. Mi crono marca casi 41:00, así que si quiero llegar en sub 45 habré de darlo todo. En la rampa final veo delante a Rafa Pérez, que va solo. A ese punto parte de su grupo se habrá descolgaod, y otra parte habrá tirado ya hacia meta. Me propongo alcanzarle. Le grito "¡Rafa! ", pero no me oye. Mi idea era pedirle que me echara un sprint en recta de meta, para arañar algunos segundos al crono. No importa, ya voy como una bala. 

Bajando a toda pastilla hasta la meta, para dar alcance a  a Rafa Pérez, que a ese punto ya va solo. Los de su barqueta sub 45 o se habían descolgado ya o iban por delante  Obsérvese cómo el caballero de mi derecha le echa un buen ojo a la señorita de la izquierda, que me está mirando a mí, no sé si por guapo, por veloz o por ambas cosas ;-) (foto de Pako Beer)


Pillo a Rafa en la última curva, y esprinto los últimos metros. El tiempo oficial en el cronómetro es 44:59. ¡Lo he conseguido por los pelos! El oficial es 44.57. Doy por bueno todo el sufrimiento a cambio de este final, en que he dado lo mejor de mí. El autolap de mi crono dice que este último km lo he cubierto en 3:54. Por cierto, la carrera me ha salido clavadita: 9.97 km según el GPS. En 10k normalmente me marca 200 metros, a veces 400 metros de más (como en Poble Nou, por ejemplo). Pero me fío de la medida, ya que en las subidas y bajadas he optimizado mi recorrido al máximo, corriendo tangencialmente (siempre dentro de la pista, aclaro).

Entrando en meta (foto de Natascha Chekannikova)

Miro la clasificación en Championchip. ¡Segundo! 22 segundos por detrás del campeón de categoría, y 41 segundos mejor que el tercero. Estoy contento, pero la verdad más cerca de la satisfacción que de la felicidad. De haber ganado, sí hubiera estallado de júbilo. Pero no me quejo, ni mucho menos. El año pasado, con esta marca, habría quedado cuarto, y por tanto habría conseguido mi segunda "medalla de chocolate" en 3 días. Así que me subo muy sonriente al podium, a recibir mi medalla de plata.


Muy contento en el podium (foto de Natascha Chekannikova)

Lo de Poble Nou fue un palo muy duro, y por ello ya en casa por la tarde me da por la autocrítica feroz. Y es que amigos, el campeón de mi categoría, José Manuel Fernández Barba - que no es otro que el corredor que me sonaba en la salida como posible rival - , este año ha hecho siempre peor marca que yo en todas las carreras en las que hemos coincidido. Obsérvese:



Como figura en el cuadro, habíamos coincidido en 7 pruebas: la marató de BCN, dos mitges y cuatro 10k. Y en los 10k le había sacado entre 1 y 2 minutos, en 1/2 maratón entre 4 y medio y casi 12, y en maratón, dicho con todo el cariño y respeto, yo ya estaba en casa, duchado y preparándome un cocktail y él aún estaba en carrera: ¡1 hora y 10 minutos de diferencia!

Viendo esto, mi segundo lugar me ha parecido un pobre consuelo, porque es la constatación de que en Bellaterra he hecho una mala carrera, porque le victoria me pertenecía en circunstancias normales. Siempre hay que celebrar subir al podium, pero siento que he regalado un escalón, sin quitar para nada el mérito a mi rival, que me ha ganado de forma clara y con todo el merecimiento.

Con José Luis Blanco, presidente de La Sansi y organizador de la carrera. Nos hemos ido haciendo colegas, y pronto voy a fichar por su club, me temo ;-) (foto de Natascha Chekannikova)

La explicación a mi resultado la veo en que la carrera de Poble Nou me pasó factura, tanto física como psicológica. A nivel físico, 2 competiciones de 10k con sólo 49 horas de diferencia entre ellas es escaso margen de recuperación. Y desde el punto de vista mental había perdido confianza y seguridad en mi mismo. Una buena amiga, nadadora de competición en su juventud, me dice que se puede competir sin problemas con ese escaso margen. Mi opinión es que, al menos a mi edad,  no es una buena idea.

5 días después, se disputaba la carrera de la Mercè. Escarmentado de Poble Nou, y teniendo en cuenta que íbamos a correr a 21 grados y casi 85% de humedad, pensé que sería aceptable mejorar ligeramente el resultado de 41:57. A pesar de que hablé con una de las liebres sub 42' antes de la carrera, me pareció "humillante" seguir a una liebre de ese ritmo, en teoría fácil para mí, y decidí salir por delante. Fue un error, porque fui atrapado sin piedad antes del km 5, firmando al final una de las peores marcas de mi vida en 10k, 43:47. Quería intentar bajar de 41', al menos de 42', y me costó bajar de 44'... Y por cierto, también ganando a mi nuevo amigo y rival Jose Manuel Fernández Barba, que acabó en 44:07.


Entrando en meta en la Mercè y poniendo punto final al sufrimiento. Último km en 4:40. Fatal. Al coincidir la meta con la de maratón, las comparaciones pueden ser odiosas. En 2015 cubrí los últimos 200 metros a ritmo de 3:56 el km. ¡Y llevaba ya 42 kms a mis espaldas! (foto de David Gubau)

Mis conclusiones son claras: estoy saturado de competición, tanto física como mentalmente. Necesito descanso para afrontar los nuevos ratos que tengo en 5 semanas. El viernes me voy unos días con la familia a Nottingham, y a pesar que debe ser precioso correr por los bosques cercanos y de que se disputa el Robin Hood Half Marathon, no pienso llevarme las zapas ni entrenar. Me tomo estas sensaciones de las últimas carreras como un aviso para un necesario reset. Deseo volver ya a mis tiradas largas dominicales, y a otro tipo de entrenos. Aumentar el kilometraje, entrenar más resistencia que velocidad, seguir mejorando mi core y fuerza, y proseguir con la pérdida de peso. Ahora 4 semanas sin competir, y luego 3 semanas seguidas clave, con objetivos ambiciosos:

* Cursa DIR Sant Cugat, 10k: objetivo, victoria en la categoría
* Marató del Mediterrani per parelles: objetivo, podio absoluto
* Cursa Sant Martí, 10k: objetivo, podio de la categoría

Objetivos muy ambiciosos, en efecto. Me preocupa especialmente el de la marató en pareja - en realidad medio maratón, en que se suman los tiempos de los dos miembros del equipo -, porque mi compañero será Enric Ribera, que el domingo en la Mercè firmó un magnífico sub 40. Ahora mismo supongo un lastre para Enric, debo mejorar mucho en las 6 semanas que restan...



5 comentarios:

jose luis blanco dijo...

gracias por participar

David blogmaldito dijo...

Definitivamente, la acumulación de competiciones a tope te han pasado factura. Haces bien tomándote un descanso. Dicho esto, has salvado fenomenalmente los muebles, eh!

Abrazo

Antoni dijo...

Gracias por comentar, amigos Wiss y David. Me siento siento orgulloso de tener tan ilustres comentaristas en este modestísimo y ególatra blog. Un abrazo!

Quique dijo...

Que bueno volver a leerte Antoni! Un descanso siempre viene bien, la competencia desgasta y mas cuando no conseguimos lo que tenemos propuesto.
Espero que consigas descansar fisica y mentalmente.
Saludos

Antoni dijo...

Quique,

siempre fiel a mi blog, ¡así me gusta! :-) La verdad es que ser tan competitivo como yo tiene ventajas e inconvenientes. Diría entre las ventajas que te haces más disciplinado, sigues el plan de entrenamiento, tienes un extra de motivación... Entre los inconvenientes, que se genera algo de ansiedad, riesgo de frustración si no se consigue el objetivo...

Y así como celebro mucho los éxitos, también soy muy autocrítico con los fracasos. Y encima, ante un éxito obvio como subirse a un podium, he encontrado motivos para no estar del todo contento. ¡Eso es terrible!

Ahora un corto viaje, y cuatro o cinco días sin entrenar, que para mí es una eternidad, pero creo que me irá bien para despejar la mente y volver con ilusión renovada. Tu paisano Leo Messi es un gran ejemplo para mí. Después de la frustración del Mundial, en apenas unas semanas ya vuelve a deleitarnos con su magia y demostrando ser el mejor de la historia. ¡Un abrazo!