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"'Ay de aquellos que reduzcan la explicación de un fenómeno adverso a una sola causa, porque omitirán ( y por tanto, no corregirán) las n-1 razones restantes que también contribuyeron a ello" (ANTONI BALTAR)

martes, 29 de julio de 2014

ASICS Gel Nimbus 14, para correr sobre las nubes

No soy un experto en zapatillas, aunque por mi veteranía a veces corredores neófitos o con poca experiencia me piden consejo para elegir su calzado. No soy un experto, pero tampoco me dejo deslumbrar fácilmente, quizás porque mi falta de conocimientos técnicos me impide juzgar con pleno conocimiento de causa aquello que me cuentan o que leo. 

Es por eso que cuando me calzo una zapatilla , si me parece especial se debe a las sensaciones, y me dan ganas de contarlo. Y la verdad, confieso que las zapatillas que me han impresionado más a lo largo de mi aún breve carrera deportiva son las de competición. Por eso me parece justo hablar aquí de las ASICS Gel Nimbus 14, que son sin lugar a dudas las mejores zapatillas de entrenamiento que me he calzado hasta la fecha. Sí, ya sé que estamos en la segunda mitad de 2014, y que es inminente que ASICS lance al mercado la versión 16 de la Nimbus  (por lo que sé, seguramente estará ya en las tiendas al final de verano). Mi larga lesión me ha "desfasado" un poco del mercado del runner. Tenía un flamante par de Nimbus 14 desde hacía un año largo, prestas a ser estrenadas para alternarlas con unas Nimbus 13, pero no las llegué ni a sacar de la caja. Ahora que por fin he vuelto a mis entrenos habituales y un kilometraje medio que ahora mismo es ya de más de 55 km semanales, y que irá evolucionando a 65 y 75 de cara al maratón de Donosti 2014, ha sido cuando las Nimbus 14 han salido del armario. 

Mis Nimbus 14


Estoy ya en mi tercera semana del ciclo de 20 para el maratón de Donosti, y ya he tenido ocasión de sacar a las Nimbus 14 de paseo. ASICS decidió bautizar su gama de zapatillas amortiguadas con nombres de nube, para transmitir al usuario esa sensación de comodidad. A mí la verdad, me parecía más una cuestión de marketing que otra cosa, pero tengo que reconocer ahora que la analogía está muy lograda. En mis inicios como corredor, había utilizado Adidas Supernova, Brooks Glycerine, Saucony Ride... Y había quedado más o menos satisfecho con todas. Las primeras ASICS que me calcé fueron las Nimbus 12, y me parecieron buenas, así como las 13. Pero estas 14 ... "me han llegado". De verdad, la sensación de comodidad y amortiguación es máxima. Para las tiradas largas, que ahora son ya de 22 kms (hasta septiembre-octubre no me pondré en los 30 kms), mi combo Nimbus 14 - calcetín "marathon sock" ASICS está funcionando a la perfección. Aprovecho aquí para comentar que este calcetín impar - distinto para cada pie, para mejor adaptación - es muy cómodo, y lleva incorprada tecnología Nano-Glide en puntera y talón para evitar roces y ampollas.

A pesar de que estamos ya a finales de julio y que las temperaturas, aunque bajas para ser verano, no dejan de ser considerables, he podido correr con comodidad, sin esa conocida sensación de "ardor" que los calores del estío producen en los pies al correr. Pues eso, las Nimbus 14 son super cómodas y muy amortiguadas. Cada zancada es un gusto, dan una sensación de seguridad y confort difícilmente superable. Y esto tanto sobre asfalto, como cinta o tierra, que son las superficies por donde he rodado. Pero es en el asfalto donde realmente esta zapatilla despliega sus bondades, donde más he notado esa calidad especial, esa comodidad, ese "rebotar" contra el suelo como si fuera una nube de algodón...  Además, y es algo que agradezco mucho, ofrecen una respuesta rapidísima a los cambios de ritmo. Ahora, aún progresando desde mi lesión, mis ritmos son más lentos de lo habitual, hasta que recupera la forma. Las tiradas largas las estoy haciendo a ritmo entre 5:15 /km y 5:00 /km. A este ritmo, con mis más de 75 kgs de peso - otra secuela de la lesión, el sobrepeso - las Nimbus 14 van como la seda. Pero cuando las pongo a tope, en progresiones cortas para cruzar un semáforo en rojo, por ejemplo, responden a la perfección. La sensación es de despegue absoluto, ninguna pesadez ni agarre.

Hace un par de semanas hice una pequeña "gamberrada": me colé en la parte de running de un triatlón que se celebraba en mi circuito habitual de tirada larga. Me dí el gustazo de correr un par de kms a ritmo muy vivo, pasando triatletas a mansalva - que igual se estarán cagando en mí por mi chulería - poniendo las Nimbus 14 a ritmos cerca de 4:00 /km. Y las condenadas respondían, ya lo creo! Esta misma mañana he hecho un entreno de carrera fácil con final de calidad, una carrera en progresión que Greg McMillan llama DUSA (Discovery USA). Consiste en correr el 75%-90% del principio del entrenamiento a un ritmo fácil, y el 15-25% restante ponerse a ritmo más vivo, de competición de medio maratón a 10 k, incluso acabando los últimos 400 m más rápido. En mi caso, he corrido en la cinta 7 kms a 5:21 /km , y luego he subido a 5:15 /km y a 4:57 /km para completar los primeros 9 km. A continuación, he hecho 2 kms a 4:30 /km, y para el último km me he puesto a 4:15 /km, acabando los últimos 400 m a 3:58 /km. Las Nimbus 14 se han portado como unas campeonas, en un entreno que estaba tentado a hacer más bien con mis zapatillas mixtas, ya a punto de jubilarse, ASICS SkySpeed 3.


Los ASICS Marathon Socks, tecnología ergonómica en el pie

En fin, que nunca una zapatilla de entrenamiento me había impresionado tanto como la ASICS Gel Nimbus 14. La recomiendo especialmente para todos aquellos corredores que busquen sensación de confort, comodidad y amortiguación en sus entrenos, particularmente en tiradas largas, y si tienen 70 kgs o más de peso, y en ritmos de entrenamiento de 4:30 /km o más lentos.  Si el corredor pesa 60 kgs o menos - si es chica, 45-50 kgs - es probable que se note la zapatilla pesada, en particular en tiradas largas. Ah! Había olvidado mencionarlo, la Nimbus es una zapatilla para corredores con pisada NEUTRA. En cuanto a durabilidad, pienso alargarlas hasta los 1.000 kms, aunque si no se utiliza de única zapatilla y se alterna con otra, no dudo que se puedan estirar hasta los 1.200 kms sin riesgo.

Por lo que he leído por ahí, en la versión 15 se ha decidido reducir un poco el grosor del gel, lo que no le ha hecho perder comodidad, pero espero que tampoco respuesta. La fuente que lo menciona aventura que quizás la Nimbus 15 sea la mejor de la familia:



La ASICS Gel Nimbus 14 también puede ser una estupenda zapatilla de competición de maratón, incluso medio maratón o 10 km, para corredores pesados, de 75-100 kgs con objetivos de maratón en 3:30 o más lento, de medio maratón en 1:40 o más, y 10 km en 45' o más. Para corredores que se acerquen a maratón en 3:00 y que bajen con facilidad de 1:30 en medio maratón, aunque pasen de 70 kgs - mi caso - probablemente la Nimbus 14 no sea la zapatilla ideal para competir, ya que se va a notar muy pesada en el tramo final. Mi elección para esos objetivos ha sido en mis últimos maratones la DS-SkySpeed de ASICS, que ha sido discontinuada y sustituida por la versión Neutra de la muy conocida DS-Trainer. Aún no puedo hablar de este modelo, esperaremos a probarlo.



viernes, 18 de julio de 2014

Cursa Vila Olímpica 2014, carrera mal medida

(24ª Carrera Vila Olímpica, 29.06.2014, 10000 m)



Vuelvo a la competición, después de mi larguísima recuperación, que creo que ya es definitiva. Lo he pasado mal. El 28 de Abril de 2013 corría la Milla de la Sagrada familia, y pocos días después, empezó mi largo calvario. Rehabilitación, fisioterapia, masajes, INDIBA, médicos... Y aunque he tenido detrás a un excelente galeno, el Dr. Andreu Arquer, experto en medicina deportiva y médico olímpico en varias ocasiones, mi actitud también ha contribuido. Y clave fue el que, de acuerdo con el Dr. Arquer, decidiera a final de octubre, harto ya de una serie de intentos de volver a correr y resentirme de la lesión, llevar a cabo  un largo parón de 9 semanas sin correr. Tras este período, durante el cual sustituí el correr por bici estática y elíptica, la primera semana de 2014 inicié una vuelta al running siguiendo un protocolo muy conservador, el mismo con el que me inicié en este mundo: empezar alternando correr y caminar un total de 20', 3 veces por semana, para llegar en 12 semanas a correr durante 30' consecutivos, ya al inicio de la primavera. Entretanto Jordi Torras, fisioterapeuta del DIR, me puso una rutina de entrenamiento basada en ejercicios de propiocepción y excéntricos para reforzar los isquiotibiales, que ha sido muy beneficiosa para mí. Jordi también identificó un problema producido por mi larga lesión: la sensación de estar lesionado aún, cuando objetivamente - según ecografías - ya estaba curado. Me dijo Jordi: "el dolor que sientes existe, es real: te lo manda el cerebro para recordarte que estabas lesionado. Esto se llama Síndrome de Sensibilización Central". Pero lo mejor fue el colofón: "Y antes de que lo hagas, no lo busques en Google, que será peor". Y creedme, jamás lo he buscado...

Poco antes de tomar la salida en Vila Olímpica (foto de JJ Vico)


Después de  6 semanas corriendo, realicé mi primera competición a principios de mayo, los 10k de la Cursa DIR Guàrdia Urbana. Inicié a continuación un ciclo de 6 semanas de entrenamiento específico, con 4 días de running semanales, para la Vila Olímpica. A mitad de ciclo corrí como test los 5 km de La Maquinista. El resultado, 20:54, aunque muy bueno para mi categoría de edad de la prueba (quedé tercero), indicaba que mi estado de forma distaba mucho del que tenía antes de lesionarme. Y es que amigos, no sólo se trata de la tendinitis de la pata de ganso, echad un vistazo a la foto de más arriba: justo debajo del dorsal veréis como asoma mi barriguita coctelera. Sí, en este año lesionado, aunque he ido sustituyendo el correr por elíptica, bici... El caso es que no se queman las mismas calorías. En un ciclo de de maratón, quemo más de 6.000 calorías semanales sólo contando el entreno diario; durante este último año, como mucho habré llegado a 3.000; vosotros mismos. Además, apenas he variado mi dieta, y mi afición coctelera ha crecido, con lo que... Aún debo estar agradecido de haber pillado sólo 3 kilillos y pico ;-).

Llega por fin el día de la Vila Olímpica, esa carrera que tanto me gusta porque es llana, porque es prácticamente la única de 10k que entreno específicamente, y porque siempre he conseguido marca personal en ella. Esta vez, tomaba la salida sabiendo que mi objetivo realista sería bajar de 42:30, y que en un buen día, podría bajar de 42:00, lo que sería un éxito en las circunstancias actuales ( os recuerdo que, según mi plan de recuperación, el 1 de enero yo era aún "sedentario"). ¡Es terrible lo díficil que es conseguir un estado de forma, y lo fácilmente que se pierde! Bueno, pues eso, mi idea es salir como a 4:15 /km o un poquito más rápido, y hacia el final de la carrera, ver si puedo apretar para acercarme al 42:00 final. 

Salida (Foto de JJ Vico)
Hace bastante calor, pero menos de lo que cabe esperar para las fechas, y además finalmente el día es nublado; incluso llueve antes del inicio de la carrera. Pero ya he dejado mis cosas en el guardarropa, así que correré igualmente con gafas de sol, qué le vamos a hacer... Suena el disparo, y allá vamos.

Salida (Foto de JJ Vico)


El primer kilómetro me sale a 4:05, me parece magnífico. Me relajo un poco , para controlar el ritmo, y me mido un segundo parcial de 4:02. El colchón acumulado sobre mi objetivo "mínimo" es ya de 23", que es considerable. Me concentro para bajar un poquito el ritmo, pero el parcial me sigue saliendo bastante rápido, 4:09. Total, que a este punto ya empiezo a plantearme que, si sigo así, puedo bajar de 42:00. El ritmo promedio para conseguirlo es de 4:12 /km, y voy sobrado... El 4º kilómetro me sale a 4:11, y en esto momento ya empiezo a sonreír por dentro, pensando que de mantener el ritmo, conseguiré bajar de 42:00 sin problemas.

Fotograma del video de la recta de salida. La atleta que está a mi lado es Sara Prescoli, que quedó tercera clasificada femenina con 39:46. Eso sí, lejos de las habituales ocupantes de los podium en las carreras populares catalanas, Hasna Bahom e Inna Lebedieva, que fueron primera y segunda, respectivamente

No veo cartel indicador del km 5, y es que como el avituallamiento está un poco más allá, es donde han colocado la alfombrilla. Así que no controlo mi parcial aquí, y me espero al km 6. Allí el parcial es de 8:28 los últimos 2 kms; eso es una media de 4:14. Un poquito más lento de lo que debería ser, pero aún tengo un colchoncito de tiempo. Al 7 llego en 4:21, lo que empieza a escamarme. No veo el 8, lo que es un fastidio, ya que quería ajustar mi ritmo ahí. He de esperar al km 9. Se supone que he ido de promedio en estos dos últimos kms a 4:18 /km, horror. El crono indica 37:52. Un cálculo rápido me dice que si quiero bajar de 42:00 tendré que apretar un poco, y hacer un último km en 4:07. Lo veo factible, ya que hasta ahora mi pulso ha estado muy controlado, sin pasar de 174, el 90% de mi FCM. Se supone que en una carrera de 10 km corrida a tope se llega a una media del 92% de la FCM, con un máximo del 97% al final. Así que en teoría, tengo capacidad para exprimirme, en este último km, a pesar de que el ritmo  es exigente para mi estado de forma actual.

Aprieto los dientes , y por supuesto la marcha, y me voy de los corredores que tenía al lado, Echo un par de vistazos al pulsímetro, para cerciorarme de que estoy dando caña, y así debe ser, ya que empieza a subir el pulso hacia 180. Voy pasando corredores en esa larga recta final. A lo lejos veo el reloj oficial, y sus guarismos no me gustan nada...

Entrando en meta (foto de JJ Vico)


Cruzo la línea de meta, y lo que hacía apenas cinco minutos era alegría, casi euforia, por estar próximo a consumar un sub 42 muy satisfactorio en mis circunstancias actuales, se vuelve cabreo y decepción al ver mi crono final de 42:38. Pero lo más increíble del caso es que mi reloj registra un parcial de 4:45 !!! A todas luces imposible. Cómo puede ser que acelerando haya consumido casi más de medio minuto respecto al anterior parcial?

Consulto con varios corredores que veo que llevan GPS, y todos coinciden en que el recorrido salían como 100 metros de más. También me comentan que en muchas carreras les pasa; y yo mismo, en este mismo blog, en esta misma carrera en 2012, dije que el recorrido parecía ser más corto, pero que , al igual que los árbitros de fútbol, "a veces te dan y a veces te quitan".

Puedo aceptar que un recorrido esté mal medido, incluso puedo aceptar que realmente tenga 10 km - este año sí estaba homologado por la Federación - , pero lo que es criminal e inadmisible es que sea el último km el que esté mal medido. Un circuito puede estar medido rigurosamente en su totalidad de manera perfecta, pero si los parciales están mal indicados, te fastidian la carrera. Y el último kilómetro es vital, ahí decides si has de apretar, si puedes mantener, si puedes reservarte.. En función de tu objetivo. 

Es entonces cuando me acuerdo de que en los primeros kms quise reservarme, bajar el ritmo, y lo que probablemente sucedía es que eran más cortos, y no debí bajar el ritmo. No soy la única víctima de la medida irregular, veo que Hasna Bahom ha hecho 36:39, cuando corría como liebre sub 36. También Inna Lebedieva hacía de liebre, en este caso sub 38, y tampoco le han salido las cuentas, 38:01.  Grave, porque ambas pertenecen al club La Sansi, organizador de la prueba... Que por cierto, este año venía con una propuesta novedosa: el club ofrecía liebres para diversos objetivos, todas ellas chicas. 

Cabreo monumental al final (foto de JJ Vico)

Como pequeño consuelo, con esos 42:38 he quedado el 18º de mi categoría, cuando en 2012 con mi marca personal de 39:24 fuí el 22º. Y es que amigos, uno se hace viejo, y este año estrenaba categoría de 50 o más años.

Y ahora, a olvidar esta carrera, y a por lo que de verdad importa: EL MARATÓN. Justo en esta semana he iniciado un ciclo de entrenamiento de 20 semanas - normalmente los hago de 15-16, pero viniendo de mi lesión quería que fuera más largo y progresivo, y también correr durante las vacaciones ya sumergido en un entrenamiento específico - , que ha de llevarme a correr el Maratón de Donosti-San Sebastián el 30 de Noviembre. Pretendía correrlo el año pasado, pero no pudo ser... Si lo consigo, habré pasado de sedentario a correr un maratón en sólo 11 meses. Mi objetivo real esta vez es disfrutarlo, ya que en mis 3 últimos maratones he sufrido demasiado. Pero señores, siempre hay que salir con un objetivo numérico en la cabeza... Y será ambicioso, me temo. El entrenamiento personalizado se lo he adquirido al gurú norteamericano Greg Mc Millan, del que ya me habréis oído hablar. Con un plan suyo personalizado, un ciclo de 16 semanas, conseguí mi marca personal en maratón, 3:03:47, en 2011. Y el buen hombre considera que estoy capacitado para bajar de 3 horas, así que... Lo intentaremos, aunque todavía no me creo que pueda optar a ello dados mis discretos resultados recientes en 10k y 5k. Lo iremos viendo en función de las competiciones que tengo programadas antes del día D: Poble Nou (10k) en septiembre, y los medios maratones de Sant Cugat (octubre), Mediterráneo (octubre) y L'Anoia (noviembre). Será con el resultado de este último con el que fijaré el objetivo final. Si aquí consigo marca personal con unos segundos de holgura - lo que significaría estar por debajo de 1:25:57 - estaré "condenado" a atacar mi Copa del Mundo particular, mi sueño dorado: maratón en 2:59:59