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VERDADES COMO PUÑOS

"'Ay de aquellos que reduzcan la explicación de un fenómeno adverso a una sola causa, porque omitirán ( y por tanto, no corregirán) las n-1 razones restantes que también contribuyeron a ello" (ANTONI BALTAR)

miércoles, 22 de abril de 2020

Logro agridulce en la Runners Connect Virtual Half Marathon: marca personal sub 1:25 en cinta (1:24:54 "real", 1:25:07 "oficial", 1:25:19 "cronometrada")

( Runners Connect Virtual Half Marathon, 19 de abril de 2.020)





Vaya, no sé cómo ni por dónde empezar... Si acaso, con lo contento que estaba el domingo 9 de febrero, ajeno como todos a lo que sucedería en las siguientes semanas. Ese domingo había quedado para hacer una tirada larga con Cristian. Me hacía ilusión. Cristian es un fiel lector de este blog, a estas alturas ya convertido en un gran colega runner. Este hombre reside desde hace muchos años en Brasil, y llegaba a Barcelona semanas antes del maratón para empezar a aclimatarse (recuerdo que en el hemisferio sur estaban en pleno verano). Me sentía orgulloso de que un lector mío cruzara el charco y fuera a conocerme, alguien que me decía que le había ayudado mucho leer mi blog.

Así que ese domingo hicimos una tirada larga moderada, 24 km más o menos, insertando en la mitad 5 kms rápidos, con fast finish. Nos fuimos contando las vidas durante el entreno, y la semana siguiente tomamos juntos la salida de la Mitja de BCN. La idea era, sin compromiso de no separarnos, lograr una marca de 1:28 o menos.

Junto a Cristian en la salida de la Mitja de Barcelona,por delante de las liebres sub 1:30 (foto de Isidre Campderròs)

Yo acabé en 1:28:02, pero lamentablemente Cristian se lesionó y acabó la carrera, pero cojeando. La fascia lata dijo basta, y con esa lesión se acababa la Marató de BCN para él. Y el plan de hacerle de liebre entrando yo en el km 10-12 para que Cristian hiciera maratón sub 3:15 , al garete... Me sabía casi tan mal como a él estar lesionado, lo puedo asegurar.

En fin, seguí con lo mío, que era preparar la Marató d'Empúries, Campeonato de Catalunya, prevista para el 3 de mayo. El domingo siguiente ya subí la tirada larga a 28 km, y quedé muy contento porque  me salió a un ritmo promedio de 4:44 sin forzar. El primer domingo de marzo me presenté en la Colomenca, logrando una buena marca de 1:27:47 (mi mejor marca aquí),y la tercera posición de mi categoría. Fuí superado sólo por mi habitual bestia negra Jose Peña (1:27:07, y porque iba tocado) y un "extraterrestre", Enrique Cidfuentes, que firmó 1:24:23 !!

Afrontando los úlltimos metros de la Mitja Colomenca. Carlos y Daniel, compañeros de Jose Peña en el club "Esto No Se Acaba Nunca?", me siguieron toda la carrera y me dieron el hachazo final en la salida de esta curva, ganándome por 9" y 8", respectivamente. Siete días después tuve mi cumplida venganza en la Mitja del Mediterrani , donde les saqué 57" y 33" ;-)  (foto de Carlos Sánchez)

En mi vuelta tras mi larga lesión me había propuesto intentar no acumular demasiadas competiciones, sobre todo seguidas, para no desgastarme excesivamente. Pero la semana siguiente era la Mitja del Mediterrani (la mal llamada "Marató del Mediterrani", pero es que el nombre de "Marató" vende mucho, ¿verdad Zona Vip Events?) , y me venía bien para puntuar en la challenge de Mitges. Para entonces ya se había comunicado el aplazamiento de la Marató de Barcelona, y caían también otras grandes como París . Y a la gente que me comentaba ese hecho, a todos les decía: " en realidad, me han hecho un favor aplazando Barcelona.  Porque no iba a correrla a tope, sino de liebre. Así podré correr Empúries en mayo (campeonato de Catalunya), BCN en octubre , a tope, y podré empalmar una tercera maratón, Tarragona, con margen suficiente". Las cosas no serán así...

Entrada en meta Mitja Marató del Mediterrani (foto de JJ Vico)

Acabé contento, aunque el objetivo era bajar de 1:27. A 9 semanas del maratón, era una marca muy buena. La progresión era magnífica, 4 minutos menos que en Sitges, en sólo 8 semanas. A todo esto había ido a visitarme al Dr. Arquer, y habíamos visto que tenía una rotura del labrum derecho, de algunos milímetros, pero que podía seguir corriendo a cambio de ciertas precauciones , y de hacer trabajo de fuerza específico, sin forzar la zona. ¡Ay, cuánta anatomía humana se descubre corriendo! (a causa de lesionarse, por desgracia).



Ya veis, el labrum es ese anillo que se encuentra en la inserción de la cabeza del fémur a la cadera, y que me debo haber cargado de tanta caña que me doy. Para mi esperanza, hay grandes atletas como el maratoniano Jaume Leiva o el marchador García Bragado que han sido operados, con éxito, de la zona (el segundo de las dos caderas). Y de momento, hemos descartado el quirófano.

Bien, acabada la carrera le cuento mis batallitas a Jordi Maneu. Hablamos del panorama y comentamos la jugada, justo una semana antes de que se decretara el estado de alarma, el día 15 de marzo. Como no estaba muy claro si empezaba el 15 o el lunes 16, salí  a hacer mi tirada larga, 30k. Me quedó claro que había empezado el mismo domingo cuando la polícía me paró. Suerte que uno era runner, y mostró empatía, si no me llevan esposado :-) Pude acabar el entreno, a un ritmo de 4:43, y  muy bien. Y a partir de ahí, empezó la "pesadilla"...

Con Jordi Maneu tras la MItja del Mediterrani. Por cierto, si se da ya por finalizada la Challenge de Mitges, Jordi se apuntará, con todo merecimiento, la tercera posición absoluta y será el campeón senior. Por mi parte, habiendo disputado sólo 5 mitges (puntúan las 6 mejores) debería conformarme con la 5ª plaza de la categoría, con mejores marcas y promedio que el 2º y el 3º... Snifff! (foto de JJ Vico)

Bien, el martes 17 hago mi primer entreno confinado, que consiste en calentamiento al trote por los pasillos de mi casa, y 10 series de subir 7 pisos las escaleras de dos en dos, bajando al trote como recuperación. Como handicap, la señora de la limpieza y su cubo. Gran entreno, que me dejó 2 días de agujetas en gemelos y cudríceps.

Esa tarde mi querido José Luis Blanco, el presidente de mi club La Sansi, me dice que se ha comprado una cinta de correr. De inmediato pienso que es una gran idea, porque tengo en mente la marató d'Empúries, a ese punto aún no aplazada. Él se la ha comprado en Amazon por unos 485 pavos. Cuando entró yo, la veo agotada, pero la encuentro en ebay  al mismo precio, o 2 euros más a lo sumo. La dejo en mi carrito de compra, pero no formalizo la operación, porque estaba pendiente de otras ofertas en Wallapop. El miércoles por la mañana, recibo el típico mail recordatorio de "tienes un artículo en tu cesta de la compra. Finaliza el pedido". Así lo hago, y me quedo indignado y estupefacto cuando de repente el precio se eleva a 600 pavos, como un 30% más. Me cabreo, reclamo, pero la compro. Llega en 2 días.  Una semana después , se agota también en ebay. El último precio de la tienda era de 1500 pavos. ESO SE LLAMA EXTRAPERLO. Pero bueno, ahí está la cinta (mis hijas aún están esperando una Nintendo Switch comprada el día 23 de marzo; escribo esto el 22 de abril).


José Luis dándole a la cinta, al tope de velocidad,  teóricamente 18 km/h (3:20 el km). 

La estreno dándole caña: el sábado más tranquilo, carrera contínua de 11 km con fast finish, pero el domingo le doy, o me doy, una buena paliza: un entreno de 2 horas  y cuarto, 29 km. Los primeros 19 a 5:00 el km, los otros 10 en fast finish, promediando 4:16 /km, con los 3 últimos a 4:00 y los últimos 400 metros a ful. La cinta responde, pero siento que la combinación ritmo/inclinación no cuadra, me siento demasiado cómodo. Lo malo es que no tengo la cinta pectoral para medir el pulso, que me daría una idea más clara, pero empiezo a sospechar que necesito inclinar más la cinta para compensar.

Mientras tanto ya han aplazado la marató de Empúries, así que cambio de objetivo. Me llega una convocatoria de una carrera virtual a través de una web norteamericana, Runners Connect. Se trata de un medio maratón o un 5k. Decido aprovechar el estado de forma actual y me apunto al Half Marathon : The RunnersConnect Virtual Race

El viernes ya tengo cinta pectoral, y la estreno con simulación de carrera: 10 km a ritmo objetivo. En mi caso 4:02; ya puestos, me planteo marca personal, que tengo en asfalto, homolagada, en 1:25:36, Mitja de Barcelona 2015 ( el año mágico en que conseguí mis mejores marcas). Trabajo con inclinación 4, y el resultado de pulso , esfuerzo y sensación me cuadra. Intuyo que el 4 de la máquina corresponde más o menos a un 1% real (que como sabréis, es la  inclinación a la que hay que poner la cinta para emular la resistencia que se ha de vencer al correr en el exterior).

Aprovecho para decir a quien no me conozca que muchas veces digo en broma que soy un corredor "indoor", porque la gran parte de mis entrenos los hago sobre cinta. Y siempre ha sido así, desde que empecé. Apenas piso la calle para correr - metáfora pre-confinamiento, obviamente - salvo la tirada larga dominical, o para estirar piernas pre-competición. Es por ello que conozco muy bien las cintas, son 12 años montando en ellas. Y diría que las ventajas e inconvenientes serían los que siguen:


VENTAJAS:

* utilizable en condiciones de lluvia, tormenta, nieve, CONFINAMIENTO...

* posibilidad de fijar o variar un ritmo a voluntad y jugar con la inclinación. En suma, digitalizar el entreno, sin depender del azar exterior

* ayuda a entrenar la monotonía mental, cualidad importante en un maratoniano

* la superficie de la cinta es menos dañina que la acera o el asfalto

* entrenando series, el reto no es ser capaz de llevar un ritmo, sino aguantar la zancada y la tentación de agarrarse cuando flaquean las fuerzas

INCONVENIENTES:

* se pierde el "GPS interno". Acostumbrado a seguir el ritmo que introduces, pierdes la habilidad de "sentir" el ritmo, de ajustar la velocidad

* La precisión de la cinta depende de lo buena que haya sido su calibración. Medir esta no siempre está a nuestro alcance. Se hace necesario un contraste con las mismas condiciones en el exterior, a través del pulso, podómetro o las propias sensaciones

* el trabajo de series es más fácil; en el exterior, aprendes a buscar un ritmo concreto. La cinta te ofrece el que le pones

* la tirada larga ininterrumpida sólo puede durar 1 hora 39 minutos 59 segundos. Cuando el reloj marca 99:59 se para la cinta. No pasa nada, le das al botón y ya está. Pero que lo tenga en cuenta quien quiera hacer un maratón sub 3h, porque de ir a 4:15 de repente tendrá que frenarse... 

* riesgo de sobreentrenamiento, si la cinta está calibrada con velocidad/inclinación subestimada, o de entreno por debajo del necesario si está sobreestimada (ejemplo: si tienes varios entrenos a ritmo de competición, si necesitas ir a 4:15 y en realidad vas a 4:25, el día de la carrera el fracaso está garantizado).


Mi flamante Fit Fiu MC-500. Venía acompañada de 2 mancuernas de 1/2 kg, un disco giratorio para entrenar caderas y, atención, una pequeña máquina vibratoria para la celulitis





Dicho esto, seguimos con el lío. La semana siguiente tenía como entreno clave 12 km a ritmo de competición. La semana anterior me había sentido relativamente cómodo y sólo me subió el pulso hacia el final. Pues pinché,amigos. Tuve que conformarme con 10k, lo que fue un toque de advertencia, que me serviría para no confiarme y también para confirmarme que la cinta no iba tran mal como yo pensaba. Y nada, seguí los entrenos, jugando siempre con la inclinación para compensar. Hice unos cálculos midiendo la superficie de la cinta y frecuencias de paso, y ví que en ritmos tipo 12 km/h ajustaba bastante bien, quizá con un 10% de error, pero yendo a ritmos más elevados, la cosa ya se disparaba por encima del 20%, lo que sería inadmisible.

Días después, poco antes de mi Media Maratón Virtual, decidí hacer una buena labor de análisis: comparé en todo este mes que llevaba de entrenos, la distancia que la cinta daba con la que marcaba mi reloj SUUNTO con el acelerómetro de muñeca, que por cierto suele subestimar las distancias con respecto a las que la cinta indica. Esto puede ser debido a muchos factores, indudablemente uno de los más importantes es la técnica de carrera o el braceo. Me molesté además en clasificar los entrenos , dividiéndolos en carrera contínua fácil, tirada larga, recuperación, tempo,fartlek,series, calentamiento, enfriamiento, recuperación entre series... Y posteriormente contrasté estos datos con los entrenos realizados en 2020, pre-confinamiento, en las cintas del gym.

Para mí sorpresa, eliminando calentamientos, enfriamientos y recuperaciones, el desfase de mi cinta salía ligeramente mejor -9% frente a -10%. Y habiendo comprobado que trabajar con inclinaciones entre el 4% y el 5% de mi cinta (que estimo estarán en torno al 1%-2% reales) la cosa parecía cuadrar, no le seguí dando más vueltas. Además, existe un factor de difícil control: la indudable mejora de mi forma en el último mes. Eso tenía una incidencia directa, o dicho de otra forma, probablemente me habría elevado el umbral de lactato y disminuido pulsos, de ahí la cierta comodidad con que salían ciertos entrenos.


Uno de mis primeros días de entreno con la cinta (video de Paula M. Veiga)


¡Días antes del día D, llegó el dorsal! Esos detalles son los que te hacen sentir vivo. Decidí emular en todo lo posible una competición real: correría a las 10:00, hora razonablemente verosímil, pero no lo bastante temprano como para molestar a la familia un domingo, con el ruido de la cinta, y de la música que iba a poner (por Murphy, los cascos se habían estropeado, aunque ya hace años que ya no entreno, y mucho menos compito, con música). El día antes me "portaría bien":, como hago siempre que compito:  vino con moderación, algo de pasta integral en la cena, ninguna copa ni cocktail... y ademas dormí mal, los nervios!

En casa estos días estamos a unos 20º en el interior. Lo compensaría gracias al ventilador de techo situado justo encima de la cinta. A falta de animación popular, tendría mi lista de música. Avituallamientos, " a lo Kipchoge" en su sub 2h de Viena, es decir, coger mi bebida isotónica y mi gel cuando lo necesitara. El desayuno sería el mismo que siempre, dos tostadas integrales con crema de cacahuete sin azúcar. Y me levantaría 2 horas y media antes, para dar margen entre el desayuno y la carrera. Incluso me levanté antes de eso, los nervios, ya decía...

Resumo pues las condiciones de ventajas y handicaps que tendría en la cinta:

VENTAJAS:

* mecánica: en la cinta no te impulsas sobre el asfalto y vas hacia delante; pones los pies "donde toca"

* podía clavar los ritmos, sin temor a los despistes que a veces tenemos, y que hacen que en un kilómetro te aceleres demasiado o vayas demasiado lento

* posibilidad factible de que la cinta sobrestimase el ritmo, y por tanto, que la distancia fuera más corta

* correr solo todo el tiempo, sin codazos, grupos con liebres, cajón de salida despejado...

* avituallamiento a mano

* música a mi gusto

DESVENTAJAS ( o compensación de las ventajas):


* sobre la estimación de ritmo, la condición que me puse era ir variando la inclinación entre 4% y 6%, para que el ritmo cardíaco fuera acorde con el momento de la carrera

* la salida no fue tan fluida: puse en marcha el reloj en el momento de darle al start de la cinta. Hasta que se puso a 14.8 km/h tardó unos segundos

* correr solo puede molar, pero falta a veces alguien que te guíe en el ritmo, que te anime, te motive. Aquí sí que es verdad que compites contra tí mismo

* la música molaba, pero los altavoces de la cinta no son ninguna maravilla, y donde se ponga una buena batucada que se quite todo lo demás

* falta de referencia para el sprint final ( esos piques con desconocidos son brutales; y con conocidos rivales ya son la leche)




Bien, después de un calentamiento de 3 km suaves, con un par de progresiones, me sequé el sudor, y esperé a la hora de la salida. Que por cierto, no he dicho que era libre, siempre que se corriera el día 19 de Abril. La mía ya he dicho que estaba prevista a las 10, pero la organización local, o sea yo, la retrasó a as 10:08 :-)

Ah, la estrategia! Voy a confesar algo, y así mis lectores aprenden alguna cosa de todo este rollo que les estoy soltando. Los que me conocen saben que le doy mucha importancia a correr en split negativo, es decir, la segunda parte más rápida que la primera. Pero solo me  pongo ortodoxo en este tema cuando hablamos de maratón; en las distancias más cortas, siempre acepto opiniones y diferencias. Por ejemplo, en muchas carreras de 10k he vivido de la renta de salir como una cabra loca el primer km, y luego he tratado de administrar esos segundos extra. Por tanto, solía correrlas en split positivo.

En medio maratón, normalmente trato de correr al ritmo objetivo desde el principio. Pero he aquí  que en la propia web de Runners Connect , me encontré con una tajante afirmación: hay que correr la media maratón también en split negativo, porque " todos los records del mundo, desde los 1500 metros hasta el maratón se han conseguido corriendo la primera mitad de la carrera ligeramente más lenta que la segunda".

Y la estrategia que sugería, similar a la de Jack Daniels para maratón, consiste en lo siguiente:

* primeros 5 km ligeramente más lentos que el ritmo promedio objetivo: de 5" a 10" por milla más lentos. En kms, de 2" a 5" más lento

* del 6 al km 20, a ritmo objetivo.

* del 20 a meta, a tope.

Esta estrategia me pareció motivadora y muy interesante. Luego he comprobado que el maestro Mc Millan tambíen va en esa línea. Greg opina lo siguiente:

* carreras de < 10': correr a ritmo constante o en ligero split positivo ("traducido", carreras hasta el 1500 o la milla)

* entre 10' y 60' : a ritmo constante o muy ligero split negativo ( ahí están los 5k, 10k y media maratón de élite mundial)

* > 60': ritmo constante o split negativo muy ligero o ligero (media maratón , maratón)

El split negativo que recomienda Mc Millan es de hasta el 1,5% para media, y de hasta el 2,5% para maratón.

En todo caso, hice varias pruebas con el simulador de Runners Connect, y ví que para mi ritmo objetivo  aproximado de 4:02 (es decir, con el objetivo sub 1:25), si elegía el máximo split negativo, 4:07, ello me obligaba a correr desde el km 20 en 3:33. Eso me pareció muy exagerado. Me decidí por un split menos agresivo. Sería correr hasta el km 5 en 4:04, luego ya a 4:02, y el último km a 3:42. Y si no podía llegar tan rápido, simplemente aguantar el 4:02 sí que seguramente me daría para marca personal.

Venga, se da la salida. La cosa va bien, pongo la máquina a 14,8 km/h, o sea, más o menos 4:03, 4:04. Empiezo a 4 puntos de inclinación, poniendo el 5 de vez en cuando. El pulso hasta llegar al km 5 no pasa de 160, es decir, está por debajo del 85%. Es cierto que en competicíón real estaría seguramente alrededor del 87%, pero amigo, estoy corriendo en split negativo, es coherente que el pulso esté algo más bajo. Para "no hacer trampa" , he decidido que a partir de la segunda mitad, no permitiré que el pulso baje de 170, es decir, el 90%, por donde calculo que debo tener el umbral anaeróbico.

La gran noticia es que hasta ahora - y se cumplirá toda la carrera - me cuadra la medición de distancia del reloj con la cinta; incluso va un poquito por delante. eso me tranquiliza de que todo es "legal" (recuerdo que en mis observaciones el reloj marcaba un 9% menos de distancia).

Evolución del pulso a lo largo de la carrera. El promedio fue de 165, con un máximo de 183. Trabajo con una máxima de 189, pero es posible que sea algo más baja. Lo que está claro es que es mayor de 183. En general el promedio que me sale en Media últimamente es de 167 

Me tomo un gel después del km 8. Todo va bien, pero pronto sucederá algo terrible que llenará de hiel mi resultado de hoy... Mis hijas no es que hubieran mostrado mucho entusiasmo por ayudarme, y lo comprendo. Ya tienen una edad, no son unas niñas, y lo que para mí es una pasión, para ellas será como mucho el hobby de su padre. No me gusta, pero tengo que aceptarlo. Algún día aprenderé a hacerlo, seguro.  A la fuerza ahorcan... Paula, mi mujer, aunque no es que sea la reina de las cheerleaders, ha llevado siempre muy bien mi afición, que ojalá fuera compartida, pero a ella no le interesa. Ella sabía que me iba a tomar esto en serio, y animó a mis hijas a que vinieran a echarme un vistazo, de vez en cuando, por si necesitaba algo.

Yo estaba bien, pero pasado el km 8, empiezo a pensar: "aquí no viene nadie". Y yo necesitaba algunas cosillas: que se subiera un poco la potencia del ventilador y, sobre todo, dar unas instrucciones. Explicarles que me gustaría tener un pequeño video del final, en el que además de vérseme a mí se viera en la pantalla de la cinta los kms recorridos, el ritmo al que iba, al llegar al final, para tener una "prueba", además del GPS, de mi resultado.

Así que estaba yo incubando un cierto estado de ira, cuando de repente apareció mi hija mayor, móvil en ristre. Yo pensaba que estaba por filmar, pero realmente estaba en videoconferencia con mi suegro, su abuelo, que quería animarme. Yo estaba excitado y nervioso, y quería explicarle lo que necesitaba. No esperaba que me apareciera con una llamada en curso. De malos modos, a gritos, le dije lo que quería que hiciera. De ese momento hay un video muy breve que la vergüenza me impide enseñar, pero voy a conservarlo para recordar lo que no se debe hacer bajo ningún concepto. No hay excusa para mi comportamiento, pero sí explicación. Y es que yendo a un pulso ya cercano a 170, hay poco espacio para sonrisas y calma. La situación la comparo con que la secretaria te pase una llamada mientras estás sentado en el baño, o que a Messi - persona que seguro que es un tipo encantador -  en plena final de la Champions con empate a uno, un niño le pida un autógrafo. Ya digo, esto no excusa mi comportamiento, para nada. Es mi explicación de lo que pasó por mi cabeza.

En fin, mi hija abandona la estancia sede de la carrera, reproche de mi mujer, lo comprendo, y yo p'alante. Estamos ya en el km 10 y, para ser honesto con el resultado, uso la "regla" prevista de no permitirme estar por debajo de 170 de pulso. Así que de vez en cuando le meto a la inclinación un punto más. Cuando ya me paso demasiado, la bajo. Ah, a pesar del cabreo, mi mujer pone una alarma, que le pido lo haga a 5 minutos del final más o menos, para poder grabar mi "llegada a meta".

Detalle de los datos por km. Son lapsus manuales, basados en la llegada a cada km de la cinta. Al final, ambas mediciones, manual y automática, registraron 21.12 km totales

Ya empiezo a sufrir y entre el km 17 y el 18 decido tomarme otro gel, porque empiezo a tener síntomas de hiplogecemia, con frío en los brazos y vello erizado. Pero voy bien, puedo lograr el objetivo. Ahora sé que en aquel momento ya empezaba a írseme la olla, con el pulso por las nubes y el lactato acechando. Olvido mirar el reloj al llegar al km 20. Según el plan original, debía llegar en 1.20:50, y realmente llego en 1:20:28 en la cinta ( según el reloj, aún más rápido, 1:20:22). Esto se debe a que, para no tener que arriesgarme a no ser capaz de ponerme a 3:45 al final, ya he subido un poco el ritmo desde el 18. 




(video de Paula M.Veiga)

Como se ve en el video, ya hay gran cansancio y atabalamiento en mi forma de correr. Pero voy acelerando. Kilómetro 20.5, ya he puesto la cinta a 15,8 km /h ( es decir, a 3:48 ), y la cinta marca 82:58. O sea, 1:22:58. En estos metros finales pasan un par de cosas terribles, esta vez desde el punto de vista deportivo: la primera, que sin querer le doy al botón lateral que controla la velocidad, y va descendiendo,se pone casi a 8 km/h, con lo que tengo que mantener apretado el botón para recuperar el ritmo de 16 km/h. En el peor momento, afrontando el sprint final.


(video de Paula M. Veiga)

El segundo error no sería tal de haber estado la carrera cronometrada. Pero antes decir que, como se ve en el anterior video, en el último fotograma (maldito móvil sin espacio, no era el mío), km 20,9, 84:25 (es decir, 1:24:25).  Ese 20,9 podría ir en realidad de 20,9 a 20,99. Pongamos que fuera 20,94. Por tanto, faltarían 158 metros. Es imposible que los hiciera en 29", ni poniendo la maquina a tope. Pero sí es posible que los hiciera en 34", a 3:34 el km con lo cual sumaría 1:24:59. En todo caso, descarto que mi marca final fuera de 1:25:19, porque para ello tenía que darse que el 20,9 fuera 20,9 "pelao" y, además, haber cubierto el final a un ritmo "cochinero" de 4:30. Porque hablo de 1:25:19? Porque ese es el tiempo "oficial" : ¡el segundo error es que no paré el reloj al llegar a la meta!



"Foto finish" algo imprecisa, pero no das algunas claves: 1) la distancia que marca la cinta es de 21,1. Por tanto, recorrido completo. 2) El tiempo final sería 1:25:07. Por encima de 1:25, pero en todo caso marca personal. Con la excitación del momento no recuerdo si en este punto todavía estaba corriendo o no . Lo que es seguro es que aún no habia parado el cronómetro del reloj (foto de Paula M. Veiga)

Final desconcertante para mí, porque no reparé en parar el reloj hasta pasados unos segundos, cuando ya estaba totalmente parado. Es curioso, teniendo cronometraje profesional todos, o al menos yo, corremos a parar el reloj nada más cruzar la meta, y hoy que era realmente imprescindible no lo hice...



En la imagen superior, el "clavo ardiendo" al que me agarro para intentar defender mi sub 1:25. En la línea amarilla el ritmo, en la blanca el pulso. El pico del ritmo haca abajo, mientras el pulso sube, seguramente se debe a la desaceleración cuando pulsé por error el botón de velocidad. Luego se vé como paro en seco, bruscamente. Instantes después, el reloj marca 21,09, 1:24:54 y el pulso es el máximo, 183. El ritmo es ridículo, 27' el km,  señal inequívoca de que me he parado.

La verdad, seguramente no hace falta tomarse tantas molestias analizando los números al milímetro. No vale la pena, porque al fin y al cabo habría que determinar la velocidad real de la cinta para darle validez. Yo siento en mi interior que es válida, aunque obviamente no sea homoogable en ningún caso. Pero sí estoy convencido de que es "homologable" en cinta.  Y más en las circunstancias en que se produjo, y con la condiciones que establecí.

Pero como decía, antes, marca agridulce. En confinamiento, sobre una cinta. Perdiendo los estribos delante de mi familia, que tienen la poca fortuna de estar confinados conmigo. Por eso, en ese día tan lluvioso de domingo, al poco de acabar me senté a llorar en el patio, fundiendo mis lágrimas con la lluvia, como decía Roy Batty al final de Blade Runner. Lloraba porque de qué había servido toda esa ilusión, ese esfuerzo, para tirarlo por la borda en un ataque de ira, uno de tantos míos. Lloraba al darme cuenta de que buscando mi propia felicidad, procuraba tristeza a mi propia familia.

Me disculpé con mi hija, y también con mi suegro en una charla a través de mensajes. Creo que acepta mis disculpas, pero no me ha acabado de entender. Porque yo me comparaba con Cristiano Ronaldo, Diego Costa, Stoikhov... Pero no por antideportivos, sino por "sanguíneos", porque su estilo competitivo les hace ser los malos de la película. Y él me decía que "todo parte de nuestras opuestas formas de ver el atletismo y, seguramente, otras cosas". Que "el atletismo era una escuela de valores, muy por encima de ganar o perder. Y jamás se me ocurriría compararme con futboleros antideportivos capaces de hacer cualquier cosa con tal de ganar". Como decía, yo me comparaba con esos deportistas por ser los malos "oficiales". No por su ocasional, o habitual, antideportividad, sino por su sanguineidad, su ira. 

No soy una persona ejemplar. Para nada. Me encantaría serlo, lo reconozco, pero no lo soy. Le decía también que soy de Caín, no de Abel. Que no me gusta ser Caín y dejaré de serlo, pero que sin autocrítica, sin mirarme al espejo, no lo conseguiré. Pero tampoco soy Jacob, soy Esaú. No soy un tramposo. 

Soy supercompetitivo. Soy egoista. Soy soberbio. Soy un chulo. Soy narcisista. Soy exhibicionista. Me equivoco. Mucho. A veces aprendo de mis errores. No, quiero decir, siempre aprendo de ellos, pero en ocasiones, demasiadas,  me cuesta rectificar el error. No me cuesta reconocer mis errores, ni me importa pedir perdón. Me gusta admirar y me gustaría ser admirado, sobre todo, merecerlo. Soy orgulloso. Soy propenso a la ira. Abuso del sarcasmo. Soy agresivo. Últimamente escucho demasiado que soy una mala persona.Ojalá mis hijas algún día piensen que fui buen padre. O regular, al menos... Soy autocrítico. Mucho. Tanto como me gusta celebrar mis éxitos y proclamarlos a los cuatro vientos, también me flagelo en la derrota y no la escondo, la publico y la esparzo para que sea conocida. Como estoy haciendo aquí y ahora. Me puedo permitir ese lujo porque no soy un personaje público, no soy un futbolista de élite ni un actor famoso. No soy nadie. 

Y por eso ese lujo de soltar mis miserias aquí, en este blog mío que no es más que un diario público , para lo bueno y lo malo.  ¡Ay, abuelo de mis hijas, le escucho y he encontrado muchas veces buenos consejos y enseñanzas en sus palabras! Pero no creo que tengamos valores diferentes en el atletismo: si acaso, que yo relato y escribo sobre mis fracasos, pero a él no le recuerdo haberme narrado jamás una derrota... ( lo siento, pero todo hay que decirlo).

Y ya que hemos vuelto al atletismo, desear a mis escasos pero casi siempre fieles lectores que espero veros pronto en persona en cualquier linea de salida. Por mi parte, acabado este primer reto del medio maratón virtual, ahora inicio un ciclo específico de 9 semanas, para preparar el Campeonato de Catalunya de Milla, que debería disputarse en Canet de Mar el 21 de junio. Veremos si es posible... ¡Cuidaos mucho!

Moltes gràcies, Jordi, per compartir filosofia i copes virtuals - tu aigua, eh? :-) - aquella tarda. Enric, una abraçada enorme pel teu consol. Ets un gran atleta i millor amic!

Enric Ribera (foto de JJ Vico)







jueves, 2 de enero de 2020

Tercero La Sansi Sant Feliu 10k M55 (en el mejor 10k de mi vida)

(15.12.2019)




Apenas una semana después de colgarme la plata en Viladecans, voy a Sant Feliu, en otra carrera organizada por mi club, La Sansi. Es la primera vez que la corro, y aspiro a repetir podio. El año anterior , la categoría la habían encabezado dos atletas con marcas por debajo de 39'; sin embarlo, el tercero firmó una marc abastante discreta, 42' 56".

La Sansi tiene la buena costumbre de publicar la lista de inscritos, la cual por supuesto procedo a analizar el día antes de la carrera. Y veo que esos dos atletas no están entre ellos, pero sí un buen veterano, que a la postre quedó tercero en la Liga Championchip de mi categoría (yo sexto, por cierto, este año no repito medalla; la lesión ha pasado factura).

Este hombre en la Jean Bouin firmó un excelente sub 39, así que me mentalizo de que tendré que conformarme con luchar por la plata. Y lucharla de verdad, porque en la salida me encuentro al amigo Miguel Nieto, que también está en la categoría de esta carrrera (55-64 años). 


Con Miguel Nieto antes de la salida (foto de Juan Nuñez)


Y suerte que no hay más rivales, probablemente debido a que en el día de hoy se disputan otras carreras con mucho pedigree (Sagrera y la Mitja de Vilanova; a esta habría acudido de estar más avanzado mi proceso de recuperación), y también La Cursa de la UAB. 

Mi marca de la semana pasada no invita al optimismo, las calculadores habituales predicen alrededor de 41:30. Bueno, intentaré estar tan cerca de 41 como pueda. Ae trata de un circuito a doble vuelta no llano, pero bastante asequible. Y con salida y llegada en pista, que eso siempre mola.

Allá que vamos Miguel y yo, saliendo bastante fuerte dadas las circusntancias (al menos las mías). Primer km en 4:07. Hablo un poco con Julio César Hidalgo, ex-compañero de La Sansi ahora en Sedentaris, y le comento mi objetivo de ir a por Miguel . Pero éste pronto se me escapa, y no quiero obsesionarme con ir a por él, no quiero reventar, y me conformo con seguirle con la mirada en la distancia, porque el pulso ya está alto, por encima de 170 claramente.

El segundo km cae en 4:03, el tercero en 4:07, el cuarto en 4:05, y el quinto - que me sale largo - en 4:17. El parcial en el km 5 es de 20:39. Si consigo correr la segunda mitad más rápido, aún podría bajar de 41. Estoy dándolo todo, en este último km ya he llegadio a 179 pulsaciones (¡95% de mi máxima!). Por cierto que más o menos a la altura del km 2 estba situado el speaker, que ha saludado cariñosamente en alto a Miguel Nieto, elogiando a este destacado veterano. Por un instante he pensando, "ojalá algún día merezca yo tambíen esos elogios públicos" 

Segunda vuelta, y el km 6 cae en 4:17. Raro, raro.. Porque he espabilado. El séptimo sale corto, 3:30, compensando el anterior. El parcial hasta el 7 es de 28:26, o sea, ritmo promedio de 4:04, muy bueno. pero eso no lo veo en ese momento. Lo que veo, y me anima, es que hace unos cuantos metros, en esta larguísima recta por Laureà Miró, cada vez veo más cerca a Miguel Nieto, cuando casi lo tenía olvidado. 

Y entre el km 8 y el 9, hacia la mitad, pienso la estrategia (por cierto, qué jodido pensar con el corazón casi a 180 pulsaciones!). Hay dos claras opciones. La primera , especulativa y conservadora, sería ponerme detrás de él, a escasa distancia, y luego dar el "hachazo" final a falta de pocos metros. Además de que esta forma de proceder no va con mi estilo, tendría un peligro, y es que Miguel, corredor habitual de 10k y 5k, es muy posible que sea mejor que yo al sprint, que tengo alma y entrenamiento de maratoniano.

La segunda, que va más con mi carácter, es más arriesgada y "deportiva". Y es lo que hago, pasarle inmediatamente. Y además lo hago al estilo recomendado por Mc Millan : PASS WITH AUTORITHY! "When passing a competitor in any race, don’t just ease by them; fly by them! Make them think you’re running so well that there’s no need to try to stay with you. You’ll crush their spirit and thereby gain more advantage than just the distance between the two of you" (Greg Mc MIllan). Es una muy sabia enseñanza. traduzco: "Cuando pases a competidores en cualquier carrera, no te limites a alejarte: ¡vuela! haz que piensen que estás corriendo tanto que no se han de molestar en intentar seguir tu ritmo. Con ello les machacarás el espíritu y obtendrás por tanto una ventaja mayor que la simple distancia física entre vosotros.

Así lo hago, paso con autoridad. Acelero. Noto que quiere seguirme. Yo no aflojo. Llegamos al km 9. Ni miro el reloj, ni aprieto el botón de lapsus. Le llevo unos metros. Noto el veneno del lactato, la angustia de la velocidad y el corazón. Noto una extraña sensacíon en las piernas, como un agarrotamiento. No es como en el maratón, que el cansancio es más mental. Aquí es como un veneno que se expande por todo tu ser. El lactato. Sé que he de aguantar. No hay que ceder. 

Giro en 90 grados para salir de la larga avenida y entrar en la pista. Con el rabillo del ojo veo que le saco bastante ventaja. Últimos metros de sufrimiento. Entramos en pista, unos metros para la meta. Entro con todo. Pulso 186. Brutal. 98% de mi máxima. Se supone que la máxima es el pulso al final de un 5k corrido a tope. Pues toma 10k a 98%. Ah! 40:56. Sub 41, no lo esperaba! Aquí lo importante era medalla, no la marca. Pero si es buena, mejor aún.  Miguel Nieto entra mientras yo voy recuperando. 41:07. Parece una diferencia corta, pero, tal como ha transcurrido la carrera, son 11 segundazos.


Tres Bronces: Antoni Baltar (3º M55) Isabel Abril (3ª F45), Arnaldo Bandeira (3º M45)


Primera vez que gano a Nieto en un 10k (en distancias más largas él ya no compite). Gran victoria ante este ilustre veterano coleccionista de trofeos y medallas de campeón de Catalunya. Primera vez que gano a un hombre que atención, en el momento de la carrera tenía 64 años (en enero 2020 ha cumplido los 65). En un primer momento no se acerca a mí para felicitarme. La verdad, esperaba que lo hiciera. Pero le comprendo. Le ha jodido perder. A los ganadores les jode perder, y él sin duda, es un ganador. Y eso de más valor a mi victoria de hoy.


Con Dmitrijs Serjogins, campeón absoluto (foto de Juan Nuñez)


Se publican los resultados y, para mi sorpresa, no subiré con Miguel al podio. Juan Carlos Chamorro ha sido el ganador sin sorpresa, volviendo a firmar un sub 39'. Y el segundo es un corredor al que no tenía controlado, que ha acabado con una marca que tanto Miguel como yo hubieramos podido alcanzar en un mejor momento de forma, 40:33. Así que nuestra pelea no era por la plata, sino por el último lugar del podio... Eso añade otro valor extra a mi medalla de hoy, y a mi victoria sobre Miguel.

En el podio junto al campeón, Juan Carlos Chamorro (foto de La Sansi)

Luego charlo con él un rato, me felicita, y le reconozco que, sin él, no hubiera logrado hoy ese sub 41. Porque he sufrido, y he estado dispuesto a sufrir como nunca. He ido a por él. He ido a por mi medalla. Por eso afirmo que esta ha sido hasta la fecha, LA MEJOR CARRERA DE 10k de MI VIDA. Y eso que, habiendo disputado hasta esa fecha 81 carreras de 10k, esta sería la marca 33ª del ranking ¿Por qué entonces la mejor? Hay razones muy poderosas:

* Apenas 2 meses tras mi larga lesión, ya firmo sub 41

* Me he esforzado, he buscado pulso, darme caña. Pulso medio 176 y final a 186

* Split negativo. En un circuito a doble vuelta, primera mitad a 4:08, segundo a 4:03. No suelo conseguir estos registros en carreras de 10k

* Medalla de bronce, que me ha sabido a plata porque es lo que buscaba y pensaba que obtenía. Si me hubiera relajado pensando que tenía asegurado el bronce aún sin cazar a Miguel Nieto, la habría cagado

* He sabido luchar contra el lactato, contra el veneno. He estado dispuesto a sufrir para ganar. Y he estado dispuesto incluso al ridículo ( ¿se imaginan ustedes con qué cara hubiera podido mirar a Miguel si 500 metros después de pasarle, él me hubiera sobrepasado antes de meta?)

* He ideado una táctica de competición sobre la marcha, con el corazón al 95%. Una táctica que ha resultado exitosa

Resumen: No sé si soy un ganador, pero sí sé que soy un competidor. Adoro la competición. Adoro ganar. Adoro luchar. Y firmo ser tercero de esta forma, antes que segundo de otra.

Adoro este deporte del sufrimiento, éxtasis, cálculo, corazón, análisis, locura. Odio las carreras de 10k. Intentaré sacar algo positivo de ellas, pero no las soporto. ¡Qué manía les tengo, por dios! Quiero pensar que ese odio me hace ser mejor maratoniano, que es mi vida, mi luz, mi alimento...