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miércoles, 7 de mayo de 2008

Negroni, Camparinette y familia...

(dedico este artículo a mi compañero Rafa G., que me ha pedido que hablase del Negroni. Espero que sea de su gusto, así como espero que lo lean y disfruten Michele, Mary Carmen, Antonella, Susana, Cristiana...)


El Negroni es un cocktail clásico típico italiano, y que no ha visto su popularidad menguada con el paso del tiempo. Es uno de los cocktails oficiales de la IBA (International Bartenders Association) y, como no, hay una curiosa historia que explica como fue su invención: estamos en 1919, en el Caffè Casoni de Florencia. El conde Camillo Negroni, le pide al bartender Fosco Scarselli que añada gin a su cocktail aperitivo habitual, el Americano. Nace aquí y así el Negroni.


El Americano, el cocktail que le dio origen, no es más que una mezcla al 50% de Campari y vermouth rosso, servida sobre hielo con una rodaja de naranja. Opcionalmente, se le puede añadir soda. Como vemos, la feliz idea del conde Negroni fue substiuir esa soda opcional por un lingotazo de ginebra :-). El Americano al parecer fue creado en 1860, y era conocido inicialmente como Milano-Torino, al proceder el Campari de Milán y el vermouth (Cinzano) de Turín. Llegado el siglo XX, el cocktail era muy del gusto de los norteamericanos, así que su nombre mutó a "Americano".



Volviendo al Negroni, hemos visto que es un mezcla a partes iguales de gin, Campari y vermouth rosso, servida en vaso con hielo y decorado con rodaja de naranja. Pero el que esto escribe, amante de lo clásico, prefiere reforzar el gin para reducir el dulzor, y servir en copa de cocktail, con un twist de naranja. Procediendo de esta forma, el Negroni muta a Camparinette. Así suele ser servido en Estados Unidos, aunque además le añaden un chorrito de soda y sustituyen la naranja por limón.



Otro cocktail clásico de la familia Campari, y por cierto excelente pick-me-up (*), es el Garibaldi, sencilla mezcla de Campari y zumo de naranja recién exprimido. Esta refrescante bebida funciona como reconstituyente ya que el Campari aporta la parte de alcohol necesaria para calmar el "mono", además del gran efecto medicinal que tienen los bitters, con sus hierbas y azúcares simples para calmar el estómago, mientras el zumo ofrece ese necesario aporte de Vitamina C.


Otras variantes interesantes del Negroni son: el Negroni Sbagliato (Negroni "erróneo"), donde se sustituye el gin por spumante brut; el Negroski, con vodka en lugar de gin; el Negroni estilo Zimbabwe, en el que se añade a los componentes habituales el zumo de media naranja.

NEGRONI straight up (**) (CAMPARINETTE)

1/2 Gin ( 6 cl)
1/4 Campari ( 3 cl)
1/4 Vermouth dulce (rosso) ( 3 cl)
twist de naranja

Graduación alcohólica: 32º
Contenido alcohólico: 30,7 gr
Hidratos de carbono: 12,1 gr







Se vierten los ingredientes en un vaso mezclador lleno de hielo hasta las 3/4 partes. Se remueve con delicadeza, se cuela y se sirve en copa clásica de cocktail previamente enfriada. Finalmente, un twist de naranja y ya se puede servir. En casa me encanta servirme un Camparinette antes de una comida italiana como el Ossobuco in gremolata, plato que me atrevería a decir cocino con cierta maestría.






La gran ventaja del Negroni, y no digamos ya del Americano, es que se puede pedir en cualquier bar, ya que los componentes suelen estar disponibles en cualquier establecimiento hostelero de mediana calidad. Su otra gran ventaja es que requiere escasa pericia del camarero. Por ello Negroni y Americano son mis aperitivos de elección en aquellos restaurantes - lamentablemente, los más - en que no se sirven cocktails, y por tanto debo renunciar a mis habituales Manhattan y Dry Martini. Suelo pedir el Americano, de una tacada, con la siguiente frase lapidaria: "un Campari con Martini Rosso , mitad y mitad, en vaso ancho con hielo". Si el camata es muy bueno, te pondrá una rodaja de naranja y preguntará si deseas un chorrito de soda. Si es simplemente bueno, no te ofrecerá la soda, pero sí te pondrá la rodajita de naranja en el vaso, sin que se la pidas. Si no es bueno pero sí en cambio es detallista, te preguntará si deseas una rodajita de naranja o limón. Y si finalmente resulta ser un negado, se la tendrás que pedir tú...


Curiosamente, un día estaba en La Taberna del Cura - restaurante vecino del barcelonés Botafumeiro -, utilicé mi "truco" habitual para pedir el Americano, y ante el desconcierto del camata, pasó por allí el maitre, y dijo : "el señor te está pidiendo un Americano. Lo desea con soda, ¿caballero?". Luego me confesó que había trabajado como coctelero durante muchos años :-)


La verdad, no suelo pedir el Negroni usando estas estrategias, me da un poco de vergüenza, porque ya son demasiados componentes, y si tienes la mala suerte de que te toque un camarero torpón ya la has cagado. Y los malos camareros son los más, y cada vez serán más, lamento decir esto, pero ya se sabe que hoy en día la rotación en el sector de hostelería es brutal, y al parecer en America Latina, China o India no enseñan coctelería a los muchachos que luego vienen a vivir y trabajar a nuestro país...


Bueno, confieso que un glorioso día si utilicé mi truco coctelero para obtener un Negroni, recreándome un poquito y todo. Estaba acompañado por algunos colegas del trabajo antes de una cena de empresa, en el bar La Bolsa de la calle Tuset. Me tocó una camarera jovencita, y después de servir los sendos Licor 43 con piña que le pidieron mis dulzones acompañantes L.G. y V.A. (***) - ¡y eso como aperitivo! Y de postre que pediréis, ¿chute de glucosa en vena? - me decidí por instruir a la chica:



"Mira, en ese vaso , vaya, ¿ no tienes otro que no sea de tubo? En fin, nos apañaremos con este... Anda, ponme un hielo más, por favor. Eso es. Ahora un chorro de Bombay... Sí, es ginebra, sí... ¡Ya está, vale! Ahora Campari... Sí mira, tienes la botella allá... A ver... Ok, suficiente, y para acabar, Martini rosso. Bien. Puedes removerlo un poco, ¿por favor? ¿ Y me pones una rodajita de naranja? Gracias. ¡Felicidades, acabas de prepararme un Negroni!" (Joder, al menos la moza podía haber sonreido un poco y simular gratitud por la lección magistral con que acababa de obsequiarla).


Probablemente este método sea un tanto peculiar, lo admito. Funcionó con esta chavalita, pero sería de dudosa eficacia frente a un camarero "con los huevos pelados". Así que voy a prepararme, lo ensayaré incluso, para ir soltando por esas barras del mundo: "Hendrick's, Campari, Martini Rosso a partes iguales, en vaso ancho con hielo". ¿No hay Hendrick's? ¿Bombay tienes? ¿Tanqueray? ¡Ah, una rodajita de naranja, por favor!


NEGRONI (on the rocks)

1/3 Gin ( 4 cl)
1/3 Campari ( 4 cl)
1/3 Vermouth dulce (rosso) ( 4 cl)


Se vierten los componentes en vaso ancho con hielo, se remueve con cucharilla, y se añade una rodajita de naranja.







AMERICANO

1/2 Campari ( 4 cl)
1/2 Vermouth dulce (rosso) ( 4 cl)

Se prepara directamente en vaso bajo con hielo. Opcionalmente, se completa con chorrito de soda. Decorar con rodaja de naranja.






NEGRONI ESTILO ZIMBABWE

1/3 Gin ( 4 cl)
1/6 Campari ( 2 cl)
1/6 Vermouth rosso (dulce) ( 2 cl)
1/3 zumo de naranja ( 4 cl)

Se agita en coctelera, se cuela y se sirve en vaso ancho con hielo, con el borde del vaso azucarado.


GARIBALDI

3/10 Campari
7/10 zumo de naranja

Se prepara directamente en vaso con hielo.



(*) se llama pick-me-up a aquellos cocktails reconstituyentes, buenos por sí mismos, pero además útiles para recuperarnos de las temidas resacas. Entre ellos destacan, además del Garibaldi, el Bloody Mary, el Bull Shot, el Horse's Neck y el Corpse Reviver. Hablaremos de ellos en detalle algún día.

(**) straight-up : servido en copa de cocktail sin hielo. Se contrapone a "on the rocks", es decir, servicio en vaso con hielo.

(***) menciono sólo las iniciales de estos amigos para evitarles el escarnio público que sin duda merecerían, por beber esos combinados asesina-diabéticos.

Truco del día: en las bebidas que se sirven en vaso con hielo, éste debe llegar al menos a los 3/4 de altura, o incluso hasta arriba. Con poco hielo, la dilución es demasiado rápida, y además se calienta la bebida. Una cantidas generosa de hielo permite que el último sorbo sepa igual que el primero.

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