Algunos sabéis cuánto me gustan los numeritos. Después una
breve charla de oficina esta mañana, me he motivado y he hecho unos cálculos
sencillísimos, basados en las fuentes que os cito inmediatamente más abajo:
9-N-2014: PROCESO
PARTICIPATIVO CATALÁN
· * Censo potencial para la consulta del 9-N
(recordemos que tenían derecho a voto dos colectivos que no suelen tenerlo:
jóvenes 16-18 y “extranjeros residentes”): 6.228.531
personas (esa es la magnitud de la población “residente”, según el INI).
· * Votos contabilizados hasta el día 10 : 2.305.290
· * Participación: 37% (ignoro de dónde saca el
Sr. Rajoy su “20%”; supongo que se trata del porcentaje sobre el total de
población catalana, no sobre el censo ; vieja y simplona argucia dialéctica, en
fin…)
· * Votos Sí-Sí (“Deseo que Catalunya sea un estado
independiente”): 1.861.753
· * Porcentaje A FAVOR DE LA INDEPENDENCIA SOBRE EL
TOTAL CENSO: 30%
La papeleta de la consulta. Recortable y traída desde casa |
Inciso: Dicen que hay gente que ha votado dos, y hasta tres
veces. ¿Y qué? Eso tiene una solución tan fácil como eliminar las duplicidades
y declarar tales votos nulos. Todo el mundo ha tenido que presentar su DNI y
firmar para poder votar, así que el error es muy fácilmente detectable. No existen DNI duplicados; si existen, eso ya
es un problema criminal (competencia de la policía española), no político. En
todo caso, la gente que ha votado más de una vez lo ha hecho precisamente para
tratar de “demostrar” que el proceso era irregular. Y de hecho, lo han
denunciado. Creo que no arriesgo mucho si afirmo que han obrado así porque no
son partidarios de que se celebrase esta consulta. Ni esta, ni una “legal” (no
me gusta la palabreja, porque yo fui a votar al domingo y no siento que haya
hecho nada ilegal).
Por contra, la gente que ha votado “No” y “Sí-No” son en mi
opinión admirables, porque han participado a pesar de que los partidos a los
que probablemente han votado, votan o votarán (PP, PSOE, UPyD, Ciutadans) les
han pedido que no participaran en esto que llaman “farsa” (cito palabras
textuales de miembros del gobierno y del diario “ABC”). Estos votantes son los
que han dado la credibilidad necesaria y suficiente a la consulta, y por ello
les considero unos campeones de la democracia (mi especial cariño para los del
“Sí-No”, que reciben en ocasiones palos mediáticos por ambos lados).
Urna de la consulta, poliedro al que tristemente muchos políticos son alérgicos |
Y ahora veamos las últimas elecciones generales en España,
hace justo 3 años:
20-N-2011: ELECCIONES
GENERALES DE ESPAÑA (CONGRESO)
·
Censo: 35.779.491
·
Votos: 24.666.441
·
Votos PP: 10.866.566
·
Participación: 69%
·
Porcentaje votos PP SOBRE EL TOTAL CENSO: 30%
·
Escaños obtenidos por el PP: 186 (53%). Mayoría absoluta
A la vista de estas cifras, me froto los ojos y aún no
entiendo como Rajoy, Camacho, Cospedal, etc, etc… tienen aún el valor – o dicho
más técnicamente, LOS SANTOS COJONES - DE NEGAR LA EVIDENCIA de la voluntad de
una gran parte – por prudencia no diré mayoría - del pueblo catalán . ¿Con qué
autoridad moral pueden hablar estas personas sobre Catalunya y la consulta,
cuando gobiernan con total impunidad en España con una MAYORÍA ABSOLUTA BASADA
EN SÓLO EL 30% DEL CENSO? JUSTO EL MISMO PORCENTAJE que tienen los que el
domingo pasado votaron a favor de la INDEPENDENCIA DE CATALUNYA. Se les llena
la boca con la gente que no fue a votar, pero callan que ellos gobiernan
precisamente gracias a los que no votan. ¿ La única respuesta que tiene el
gobierno a lo que es obvio para todos, menos para ellos, que estamos ante un
(grave) problema político, es judicial, querellarse contra el presidente de la
Generalitat? ¿En un país donde los poderes legislativo, ejecutivo y judicial no
están separados, donde el TC dicta lo que el gobierno le manda?? ¡¡¡¡Anda ya!!!!
Un gobernante serio debería estar francamente preocupado y
buscaría soluciones. Políticas. Imaginemos que se convoca un referéndum en
Catalunya con valor y efectos inmediatos, en el que sólo hay una pregunta,
igual que en el reciente referéndum
escocés (que apuesto a que se repetirá antes de que un servidor deje este
planeta). Pongamos que vota el mismo porcentaje de población que el que votó en
toda España en las generales de 2011, es decir, 69%. Sería un total de
4.297.686 catalanes votantes. Imaginamos también que el independentismo ha
alcanzado ya su techo con esos casi 2 millones de votos, y que el resto de
votantes, votan que NO. Bien, simplificando, ganaría el NO con un 56%, frente a
un 44% (¡ y cuidado, que si la participación fuera de “sólo” el 59% en lugar
del 69%, ganaría el SÍ!)
Pues yo, como presidente del gobierno español, a pesar de
esa “victoria” de la permanencia en España, estaría francamente preocupado de
estar gobernando una comunidad en la que casi la mitad de sus votantes – no
diré habitantes por no hacer demagogia, práctica habitual por desgracia en
política- se quieren separar de España, teniendo en cuenta que hace menos de 10
años, los partidos declaradamente independentistas apenas sumaban algo más de
500.000 votos. ¡Y estos votos casi se han cuadriplicado! Seguro que haría
algo para contentar a esa comunidad… Es tan sencillo como descolgar el teléfono
y llamar a James Cameron. Pero claro, yo soy Mariano, el que puso mesas en las calles en 2005 para firmar contra el Estatuto de
Autonomía catalán, y luego ya me encargué de declarar inconstitucionales
determinados artículos. Soy yo también el que declaré tras el resultado de las elecciones
autonómicas catalanas de 2012 que “el soberanismo catalán se ha acabado”. ¡He
de ser coherente con mi línea “democrática”! (PSOE, no saques pecho, que tú
fuiste y eres el cómplice necesario).
Mariano, deseo de corazón que Elvira no te pida el divorcio
y tú se lo niegues enseñándole la
Constitución - ¡vaya lapsus!, quise decir el Libro de Familia - y diciendo muy serio “No, no es posible. Aquí
pone que eres mi esposa”. Sospecho que tal estrategia no te funcionaría, y probablemente
Elvira solicitaría que te introdujeses dicho libro en tu esfínter anal…
Soy pesimista – u optimista, según se mire – y creo que
España JAMÁS pactará con Catalunya un referéndum convocado según la legalidad
española vigente. Esa no convocatoria tensará más la cuerda y provocará más
brotes de independentismo, sin duda. Porque esa estrategia actual del gobierno
español de “tú eres mi súbdito y esto es
lo que hay” es anti-comercial; no vende, impone. A determinadas personas, no demasiadas, concretamente a un mínimo de 1.861.753, nos
despierta en el interior una mezcla explosiva de
dignidad-orgullo-testosterona-honor-despertaferro- DUI (*) - Adéu Espanya!... Para evitar esa reacción, sería mucho más
inteligente seguir el rollo de un amigo del cantante Lichis - catalán de nacimiento y madrileño de
adopción desde su infancia - que al parecer interrogado sobre el tema del
soberanismo, opinó: “catalanes, no nos dejéis solos con los españoles” :-)
(*) Declaración Unilateral de Independencia. No confundir
con DIU (Dispositivo Intra Uterino). Aunque ambos, DUI y DIU, tienen la misma
finalidad: evitar que te follen. Mejor dicho, que te follen con consecuencias
(demográficas).
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